Entre los meses de febrero y mayo se seleccionan para Pisco Mistral las mejores uvas de las variedades Pedro Jiménez y Moscatel de Alejandría, se separa el grano del escobajo para ser molido y de esta manera extraer el jugo de uva.

Este jugo se deposita en cubas de maceración, para obtener así el mosto, de gran calidad aromática, sin pepas, ni piel. El mosto se lleva a tanques de fermentación de acero inoxidable y, en su interior, levaduras transforman el jugo de uva en alcohol, con lo cual el mosto pasa a convertirse en un vino base genuino y apto para la destilación.

El vino ya fermentado y decantado es destilado en alambiques de cobre. La destilación es el corazón del proceso productivo y consiste en calentar el vino a altas temperaturas, con lo cual se desprenden vapores alcohólicos y componentes aromáticos del vino base, los que luego de un proceso de enfriamiento, se condensan obteniéndose un alcohol de gran calidad.

Posteriormente, viene la etapa de añejado, icono de Pisco Mistral, en donde el alcohol destilado es depositado durante largo tiempo en barricas de roble americano, las cuales le confieren un color, sabor y aroma únicos.

Finalmente el pisco ya añejado se embotella para los distintos productos de Pisco Mistral, ya sea para la línea tradicional con sus variedades de 35º, 40º y 46º, o para la línea Súper Premium con Mistral Nobel y Mistral Gran Nobel.